Una idea que puede cambiar la vida de 100 millones de estudiantes africanos

 
Africa es el continente menos electrificado del mundo,de hecho en el mundo rural sólo el 9% de los habitantes del África subsahariana dispone de luz eléctrica, mientras el 91% restante está obligado a gastar el 25% de sus ingresos en las peligrosas lámparas de queroseno. Además, entre aquellos  que sí tienen acceso a la red eléctrica pocos pueden pagar el enganche a la red.“Aunque haya una red cerca, la conexión es muy cara. Cuesta 500 euros para personas que deben mantener a sus familias con uno o dos dólares al día. Y comprar el queroseno para disponer de él a diario, les hace gastar alrededor del 70% de ese salario.Así nació, en 2004, el gadget de nombre Mwangabora, que en suajili significa “luz buena”, una sencilla lámpara solar LED fabricada al 50% con materiales reciclados. Desde entonces, ha entregado más de 30.000 unidades a través de la organización Justonelamp. La intensidad de su luz es 200 veces superior al de las lámparas de queroseno, se puede cargar en cuatro horas y su duración es de seis.

Es el caso de uno de los primeros proyectos del mundo para llevar a África lámparas solares de forma masiva. Desde el año 2000, la empresa social SolarAid ha distribuido a través de su proyecto SunnyMoney casi un millón de lámparas solares LED en el continente, a un precio mínimo de seis euros cada unidad. Su objetivo es jubilar del continente las lámparas de queroseno para el año 2020, beneficiando a 100 millones de personas.

SolarAid es una organización benéfica internacional líder que proporciona acceso a limpio, las luces solares asequibles.Con sede en Londres y que ya están trabajando en Kenia, Malawi, Tanzania y Zambia que se han fijado un ambicioso objetivo:erradicar la lámpara de queroseno de África en 2020.

Una lámpara solar hace más que brille una luz. Una lámpara solar protege el medio ambiente y transforma vidas.  598 millones de africanos fuera de la red no tienen acceso a la electricidad y muchos dependen de keroseno   tóxico para la iluminación. Estas lámparas brutales emiten humo negro nocivo y quemnr hasta un 20% de los ingresos del hogar – bloqueando a millones en la pobreza. Por el contrario las luces solares cuestan tan poco como $ 10, pagan por sí mismos después de 12 semanas y una duración de cinco años. Tener, luz limpia y no gastar dinero en el queroseno transforma posibilidades de la gente en la vida.

SolarAid han asumido el reto de conseguir que estas luces para las personas que más lo necesitan y tienen como objetivo conseguir una luz limpia a todos los hogares en África a finales de la década

El reto al que se enfrentan: Sólo el 14,2% de las personas en las zonas rurales de África subsahariana tiene acceso a electricidad,pero afortunadamente han  encontrado una solución eficaz y de calidad, luces solares compactos que permiten aumentar los ingresos de la gente en un promedio de 20% al mes, reducir las emisiones de carbono, mejorar la educación, mejorar las salud y proporcionar una plataforma para desarrollar y prosperar. Juntos, solucionan iluminación de los hogares, escuelas y clínicas de salud con luz limpia y asequible del sol   .

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