¿Llegara alguna vez al público las gafas conectadas?


En 2012, Google presentó las Google Glass, dispositivos futuristas que proyectaban información en el campo de visión del usuario que consistían en un marco de gafas con un ordenador integrado en las patillas y un visor para recibir información en el rabillo del ojo. A pesar de la gran expectación inicial, problemas como la duración de la batería y preocupaciones sobre la privacidad afectaron su aceptación. A pesar de su innovación, las Glass no tuvieron éxito debido a su alto costo (1500$) y su carácter incómodo.

Unos años después en 2016, Snap lanzó los Spectacles, unas gafas de sol con cámaras frontales para grabar videos circulares en Snapchat. Con un enfoque en la realidad aumentada, Spectacles se proporcionan ahora a creadores de contenido específicos en lugar de venderse comercialmente.

A lo largo de los años, Google intentó diversas estrategias para revitalizar el producto, incluyendo versiones empresariales, pero finalmente, en 2015, suspendió el programa Glass Explorer para el público general. En 2017, Google relanzó las gafas como Google Glass Enterprise, enfocándose en aplicaciones profesionales, pero incluso estas se suspendieron en 2021, poniendo fin al proyecto de las Google Glass como dispositivo de consumo.

Dadas las dificultades técnicas de esta tecnología, quizás debida a las baterías necesarias, problemas legales, etc, la mayoría de los fabricantes ha optado por bajar las expectativas sobre estas reduciendo a lo básico: el audio , aunque lentamente van añadiendo cámaras e incluso proyectores.

En el medio de todo esto (o mejor dicho, en el marco) está Qualcomm, la compañía que diseña los chips que usa la mitad de los smartphones con Android (la otra mitad es de Mediatek), y hace tiempo ofrece procesadores para relojes inteligentes, y también para gafas: de hecho, los de Meta usan un sistema de Qualcomm (un Snapdragon AR1 Gen1), que consiste en una serie de chips distribuidos por el marco de las gafas, para balancear el peso y permitir sumar estas conectadas o de asistencia sin manos a las gafas.

Veamos algunas opciones disponibles actualmente o que lo estaran en un futuro muy cercano.

BMW Smartglasses Connected Ride

En efecto BMW ya dispone de unas gafas inteligentes, pero no accesible a todos los bolsillos (690€ en Europa) : unas innovadoras gafas para motociclistas, las BMW Motorrad ConnectedRide Smartglasses, que traen la ciencia ficción a la vida real. Estas gafas de conducción integran una tecnología de visualización frontal (Head-up display) similares a las que usan los pilotos de caza aéreos, que proyectan los datos cruciales como navegación, velocidad y cambios directamente en el campo de visión del conductor en tiempo real, mejorando así la anticipación y seguridad al conducir.

Estas gafas son fáciles de conectar mediante Bluetooth y la aplicación BMW Motorrad Connected App. Además también ofrecen comodidad adaptada a las necesidades de los motociclistas y se pueden ajustar a varios cascos y formas faciales, garantizando una experiencia placentera incluso en viajes largos. Incluyen dos juegos de lentes certificadas UVA/UVB: uno transparente al 85% para cascos con parasoles integrados y otro polarizado que convierte estos anteojos en gafas de sol inteligentes.

Con características como visualización de velocidad, límite de velocidad, marcha y navegación, sensor de luz, y una batería de iones de litio que proporciona hasta diez horas de funcionamiento, los BMW Motorrad ConnectedRide Smartglasses llevan la experiencia de conducción a un nivel totalmente nuevo.

FORM Smart Swim Goggles

Con una filosofia similar a las gafas de BMW , pero sólo orientada a la natación tenemos las gafas de natación inteligentes FORM que ofrecen métricas en tiempo real para triatletas y nadadores. Con una pantalla transparente y personalizable, muestran datos como tiempo, distancia, ritmo y frecuencia de brazada. Los sensores incorporados capturan y registran los datos para su revisión detallada en la aplicación FORM.

Las funciones premium incluyen acceso a entrenamientos y planes de entrenamiento, con instrucciones de entrenamiento guiadas en las gafas. También es compatible con natación en aguas abiertas, permitiendo sincronización con dispositivos Garmin o Apple Watch para datos de GPS, todo ello por unos 270€ en Amazon.

Con un diseño premium que incluye un revestimiento antivaho líder en la industria, puentes de nariz intercambiables y 16 horas de duración de la batería, estas gafas también permiten rastrear el progreso y compartir automáticamente los datos en plataformas como Strava y TrainingPeaks.

Las gafas de natación cuentan con la capacidad de mostrar tiempos y ritmo en tiempo real, con una aplicación móvil que ofrece numerosos parámetros para medir el rendimiento en largos y sets. La batería teóricamente dura 16 horas, lo que permite varias sesiones de natación antes de recargar. Aunque se promociona la capacidad para medir el ritmo cardíaco, se necesita un sensor adicional para habilitar esta función. Las gafas se han actualizado para su uso en aguas abiertas, aunque no tienen GPS propio y deben conectarse a un reloj inteligente compatible para mostrar métricas. Además, vienen con varios puentes para adaptarlas y un estuche para transportarlas. Sin embargo, tienen desventajas significativas, como la tendencia a descolocarse fácilmente durante el viraje o al lanzarse desde el poyete, y el empañamiento común a todas las gafas de natación. Además, las métricas pueden variar ligeramente en comparación con un cronómetro y no hay repuestos disponibles, lo que genera preocupaciones sobre la durabilidad del producto. Además, la última actualización ha introducido entrenamientos guiados de pago y no se pueden crear entrenamientos personalizados.

Echo frames

En 2019, Amazon lanzó su primera generación de Echo Frames, unas gafas conectadas que actúan como auriculares Bluetooth manos libres con micrófonos y la innovadora capacidad de interactuar con Alexa, el asistente de Amazon. A diferencia de las gafas inteligentes convencionales, estas no tienen pantallas ni cámaras, lo que las hace parecerse más a unas gafas normales.

La idea principal es permitir a los usuarios dialogar con Alexa para solicitar música, hacer preguntas específicas o recibir indicaciones de navegación, todo sin necesidad de tocar las gafas. Esta funcionalidad se ha mejorado en la tercera generación de Echo Frames, que ahora cuenta con una tecnología sofisticada para entender las instrucciones incluso en ambientes ventosos y proporcionar respuestas de audio dirigidas a las orejas del usuario. Amazon planea llevar esta experiencia conversacional a todos sus dispositivos, convirtiéndose en un chatbot similar a ChatGPT o Bard. Las gafas tienen una autonomía de aproximadamente 14 horas y estarán disponibles en varios diseños, con opciones de cristales polarizados y la capacidad de agregar lentes con diferentes dioptrías proporcionados por ópticas convencionales. Aunque aún no se han revelado detalles sobre la fecha de lanzamiento y los países donde estarán disponibles, los precios oscilarán entre 270 y 390 dólares en Estados Unidos.

Ray-ban Stories

Meta (anteriormente Facebook) ha seguido los pasos de Amazon desde 2021 con los Ray-Ban Stories, gafas inteligentes que permiten interactuar con su nuevo asistente, MetaAI. Estas gafas también permiten tomar fotos, grabar videos y realizar transmisiones en vivo para Instagram o Facebook. Además, Meta planea utilizar inteligencia artificial para reconocimiento de objetos en el futuro. Al igual que los anteojos de Amazon, se han mejorado para hacerlos más livianos y mejorar la calidad del sonido. Su precio oscila entre los 229€ y los 309€ (variando según el diseño y las características de los cristales) y se pueden comprar desde su pagina oficial https://www.ray-ban.com/spain/ray-ban-stories.

EyeWear y MIJIA Smart Audio Glasses

Con una visión más parecida a la de Amazon, pero delegando las funciones “inteligentes” al smartphone tenemos las gafas , Huawei con sus Eyewear  disponibles por unos 239€ en portales asiáticos

.Las Huawei Smart Glasses presentan una variedad de características impresionantes, incluyendo sensores como acelerómetro, giroscopio y sensor de capacitancia, junto con dos micrófonos de silicona para una experiencia de llamadas claras. La duración de la batería es notable, con hasta 6 horas de reproducción de música y 4,5 horas de llamadas de voz después de una carga completa en un tiempo de carga de 85 minutos. Estas gafas también incorporan indicadores de luz para mostrar el estado de carga y tecnología de audio que admite cancelación de ruido para llamadas. Con controles intuitivos, como tocar para responder llamadas o activar el asistente de voz, y deslizar para ajustar el volumen o cambiar de canción, ofrecen una experiencia de usuario conveniente. Además, vienen en varias formas y tamaños, desde gafas redondas hasta gafas de sol de montura completa de aviador, lo que garantiza opciones para todos los gustos. Con su diseño innovador y especificaciones avanzadas, estas gafas ofrecen una experiencia moderna y versátil para los usuarios.

MIJIA Smart Audio Glasses

 Xiaomi con sus MIJIA Smart Audio Glasses ha presentado en los últimos dos años lo que son, literalmente, gafas con auriculares Bluetooth incorporados. Nada más: una apuesta sencilla, en unas gafas (de diseño convencional y con lentes graduables) que suman auriculares Bluetooth para escuchar música o mensajes cuando lo necesitemos, pero que al mismo tiempo nos dejan los oídos libres para no aislarnos del entorno. Estas gafas también estan disponibles por unos 221€ en portales asiáticos.


Las innovadoras gafas de audio MIJIA de Xiaomi incorporan la avanzada tecnología de altavoces SBS2.0, ofreciendo una experiencia inmersiva incomparable. Con una duración de batería de hasta 22 horas, estas gafas son ideales para un uso continuo y admiten carga rápida: solo 10 minutos de carga proporcionan 2 horas de batería. Además, cuentan con una interfaz de carga en las patillas para mayor comodidad.

Estas gafas se conectan fácilmente a asistentes de voz inteligentes como Xiaomi Voice Assistant y permiten obtener respuestas con un simple toque en la sien, mejorando así la eficiencia y conveniencia de los asistentes inteligentes. El marco, con tecnología NCVM, presenta una textura de metal delicada y está disponible en 4 formas y 5 diseños de marco diferentes. Con un peso de 38,1 g y un diseño modular, las patillas se pueden separar fácilmente e instalar en otro par de gafas, y la estructura de bisagra única facilita el reemplazo. Aunque a veces se les denomina ‘gafas AR’, estas gafas de audio inteligentes de Xiaomi son esencialmente auriculares Bluetooth con funcionalidad de gafas, ofreciendo lo mejor de ambos mundos en términos de estilo y tecnología.

Airgo

Otra compañía que apuesta por las gafas inteligentes es Solos, que recientemente presentó sus nuevos AirGo3 con un precio base de 199 dólares, pero con una diferencia: además de ser manos libres, estas gafas incorporan otras funciones a las clásicas de audio, como un podómetro, corrección de postura (detecta la inclinación del rostro) y, más importante, interacción con ChatGPT, que se ha anunciado su capacidad de comprender comandos en voz alta y responderlos con audio ( así, es posible obtener desde una traducción de audio en tiempo real a las clásicas funciones de un asistente digital).

Las gafas inteligentes AirGo3 de Solos están disponibles en tres estilos diferentes: Argon (249-299 dólares), Xeon (199 dólares) y Helium (199 dólares) para deportes, sol o uso diario, y se ofrecen en varios colores 12. Las gafas inteligentes AirGo3 tienen una batería extendida, capacidades de carga rápida y un marco ligero, lo que las hace perfectas para largas carreras y sesiones de entrenamiento de fuerza 3. Las gafas inteligentes AirGo3 tienen un precio inicial de 199 euros, que puede llegar hasta los 299 euros si se opta por lentes de prescripción o fotocromáticas 1.

¿Algo mas ?

Pues tras este compendio se preguntará amigo lector ¿Pero no hay nadie que esté haciendo algo un poco más ambicioso? No digamos unas Vision Pro de Apple, o unas Quest 3 de Meta: no gafas de realidad virtual o mixta, sino algo que aporte un poco más, pero sin ser ultra aparatosas. Sin duda nos sorprenderán algun dia, pero mientras tenemos estas opciones reales que hemos comentado ya disponibles.

Tardaran en llegar los medidores de glucosa sin pinchazos


Si desgraciadamente es usted diabético, no espere por el momento a que su reloj inteligente reemplace sus agujas. Lamentablemente entre las señales pequeñas, los obstáculos normativos, el color de la piel y la duración de la batería, hay mucho terreno por recorrer antes de que un reloj inteligente pueda medir los niveles de azúcar en la sangre.



Recientemente, Bloomberg publicó una historia que encendió la esfera de la tecnología de la salud. Citando información privilegiada, afirmó que Apple había alcanzado un hito importante en el control no invasivo de la glucosa en sangre que podría revolucionar el tratamiento de la diabetes tal como lo conocemos. Pero aunque esta tecnología esta de moda, no la veremos llegar al Apple Watch, ni a ningún dispositivo portátil de consumo, durante varios años.

Al igual que otros tipos de tecnología de salud emergente, el monitoreo no invasivo de glucosa en sangre tiene obstáculos tanto técnicos como normativos que superar. Pero incluso si Big Tech y los investigadores encontraran una solución viable mañana, los expertos dicen que la tecnología resultante probablemente no reemplazará las pruebas de punción digital. Resulta que, en primer lugar, puede que ni siquiera sea el uso más realista o útil de la tecnología.

Tecnologia sin pinchazos

La monitorización no invasiva de glucosa en sangre es tal como suena. Mide los niveles de azúcar en la sangre sin necesidad de extraer sangre, romper la piel o causar otros tipos de dolor o trauma. Hay varias razones por las que vale la pena seguir con esta tecnología, pero la principal es el tratamiento de la diabetes.

Cuando se tiene diabetes, su cuerpo no puede regular de manera efectiva el azúcar en la sangre porque no produce suficiente insulina (tipo 1) o se vuelve resistente a la insulina con el tiempo (tipo 2). Para controlar su condición, los pacientes con diabetes Tipo 1 y Tipo 2 deben controlar sus niveles de azúcar en la sangre a través de medidas típicamente invasivas, como una prueba de punción en el dedo o un monitor continuo de glucosa (en español MCG o en ingles CGM). Las pruebas de pinchazo en el dedo consisten en pinchar el dedo con una aguja y colocar una gota de sangre en una tira reactiva. Un CGM incorpora un sensor debajo de la piel, lo que permite a los pacientes controlar sus niveles de azúcar en la sangre en tiempo real, las 24 horas del día.

La monitorización no invasiva de los niveles de glucosa en sangre ha sido buscada durante muchos años, ya que sería más cómodo para los pacientes y permitiría un monitoreo remoto.

Actualmente, existen dos métodos principales para lograr esto: medir la glucosa en fluidos corporales como la orina o las lágrimas, y utilizar la espectroscopia para medir cómo la luz se refleja en el cuerpo. Esta última técnica es similar a la utilizada en relojes inteligentes y otros dispositivos para medir la frecuencia cardíaca y otros parámetros. Sin embargo, aplicarla a la glucosa en sangre es mucho más complicado. Aunque la investigación ha estado en curso durante décadas, aún no se ha encontrado una solución confiable para el monitoreo no invasivo de la glucosa en sangre.

Los relojes inteligentes tienen dificultades para medir de manera precisa los niveles de glucosa en sangre debido a varias limitaciones:

  • La señal de glucosa es muy pequeña y se ve afectada por sustancias similares en el cuerpo, como el agua.
  • Factores externos como la luz, el movimiento y el contacto deficiente de la piel con el sensor también pueden afectar las mediciones.
  • Además, la luz infrarroja emitida por los sensores puede confundirse con el calor del entorno. El uso de múltiples longitudes de onda de luz puede ayudar a aislar la señal de glucosa, pero esto presenta desafíos adicionales, como la necesidad de algoritmos más complejos y el agotamiento de la batería.
  • Los sensores ópticos también pueden tener problemas de precisión en personas con piel más oscura y tatuajes.
  • Problemas regulatorios: La FDA (Food and Drug Administration) regula y supervisa alimentos, medicamentos, productos médicos, cosméticos, productos veterinarios y productos biológicos en EE.UU. Su objetivo es proteger la salud pública estableciendo estándares de seguridad y calidad. También aprueba y regula ensayos clínicos, medicamentos y dispositivos médicos. Obtener la autorización de la FDA para dispositivos médicos de este tipo puede ser un proceso largo y costoso debido a las pruebas clínicas requeridas.

Por tanto, aunque la tecnología está evolucionando y mejorando, es poco probable que los relojes inteligentes reemplacen los métodos establecidos, como las pruebas de pinchazo en el dedo o los monitores continuos de glucosa, en el corto plazo.

Sin embargo, se espera que los relojes inteligentes puedan ser útiles para el seguimiento del estado físico, el bienestar y como herramientas de detección de prediabetes. La tecnología podría alertar a las personas sobre posibles signos de prediabetes y proporcionar una imagen más completa de su salud. Aunque llevará tiempo desarrollar sensores no invasivos precisos y obtener la aprobación regulatoria, se espera que la investigación y la tecnología avancen en esta dirección en el futuro.

CGM

Por el momento, hasta que no evolucione la tecnología para medir la glucosa en sangre nos tendremos que conformar con los monitores continuo de glucosa en sangre (CGM, por sus siglas en inglés) , dispositivos que actualmente ya se utilizan para medir los niveles de glucosa en sangre de forma continua a lo largo del día y la noche. A diferencia de los medidores de glucosa tradicionales, que proporcionan una lectura puntual en un momento específico, un CGM nos da información en tiempo real sobre tus niveles de glucosa y cómo están cambiando con el tiempo.

El CGM consta de tres componentes principales:

  1. Sensor: Es un pequeño dispositivo que se coloca debajo de la piel, generalmente en el abdomen o el brazo. El sensor contiene una pequeña aguja o filamento que mide los niveles de glucosa en el líquido intersticial (el líquido que rodea las células) en lugar de medir directamente los niveles de glucosa en sangre.
  2. Transmisor: El transmisor se conecta al sensor y envía los datos de glucosa recopilados a un receptor o a un dispositivo compatible, como un teléfono inteligente, un reloj inteligente o una bomba de insulina. El transmisor generalmente utiliza tecnología inalámbrica, como Bluetooth, para transmitir los datos.
  3. Receptor o dispositivo compatible: El receptor recibe los datos de glucosa del transmisor y muestra las lecturas en tiempo real, así como también proporciona alarmas y alertas cuando los niveles de glucosa están fuera del rango objetivo establecido.

El CGM mide continuamente los niveles de glucosa en el líquido intersticial y los convierte en lecturas de glucosa. Estas lecturas se muestran normalmente en una app en un smartphone, aunque también es posible verlas directamente en algunos modelos de relojes inteligentes ( Apple watch, Samsung o Garmin son de los mas conocidos ) para visualizarlas en forma de gráfica, que permiten ver cómo los niveles de glucosa están cambiando a lo largo del tiempo. También existe la posibilidad en algunos modelos de recibir las lecturas en monitores específicos en lugar de usar el móvil pero quizás esto no sea realmente interesante porque casi todos los sistemas de CGM también tienen funciones de alerta que avisan cuando los niveles de glucosa están demasiado altos o demasiado bajos, lo que puede ayudarte a tomar medidas adecuadas, como ajustar su plan de alimentación o administrar insulina.


Los monitores continuos de glucosa (CGM, por sus siglas en inglés) a pesar de que estan en continua evolución pueden tener algunos inconvenientes destacando especialmente el alto costo y la incomodidad de portarlo de forma permanente en nuestro cuerpo.

A continuación presentamos algunas barreras para su adopción:

  1. Precisión: Aunque los CGM han mejorado significativamente en términos de precisión en los últimos años, todavía pueden presentar ciertas discrepancias en comparación con las mediciones de glucosa en sangre tradicionales. Esto puede resultar en lecturas inexactas, lo que a su vez puede afectar la toma de decisiones en el manejo de la diabetes.
  2. Calibración y mantenimiento: Los CGM requieren calibración periódica para garantizar una lectura precisa de los niveles de glucosa. Esto implica la realización de pruebas de glucosa en sangre y la introducción de los valores en el dispositivo. Además, los sensores deben reemplazarse cada pocos días, lo que puede resultar en una carga adicional de trabajo y costos asociados.
  3. Interferencias y errores: Los CGM pueden ser susceptibles a interferencias externas, como la presencia de sustancias químicas o medicamentos que pueden afectar la precisión de las mediciones. Además, pueden ocurrir errores técnicos o fallas en el dispositivo que puedan afectar su funcionamiento adecuado.
  4. ALTO Costo: Los CGM pueden ser costosos, especialmente si no están cubiertos por el seguro médico. Este costo ademas se ve limitada por su durabilidad ( deben cambiarde coda 15 dias o asi). Esto puede limitar el acceso a esta tecnología para algunas personas con diabetes que podrían beneficiarse de su uso.
  5. Dificultades en la colocación y uso: Algunas personas pueden encontrar complicaciones al insertar los sensores o usar los dispositivos CGM de manera adecuada. Esto puede requerir práctica y orientación para garantizar un uso efectivo y preciso.

Es importante tener en cuenta que, a pesar de estos inconvenientes, los CGM también ofrecen muchas ventajas en términos de monitoreo continuo y mejor control de la diabetes. Cada persona debe evaluar los pros y los contras en función de sus necesidades y preferencias individuales. Asimismo destacar que, aunque los CGM son herramientas útiles para el monitoreo continuo de glucosa, aún es necesario confirmar las lecturas con un medidor de glucosa tradicional antes de tomar decisiones relacionadas con el tratamiento. Además, es recomendable consultar con un médico o especialista en diabetes para obtener una guía adecuada sobre cómo interpretar y utilizar la información proporcionada por el CGM.