Sobre el mito de que poner los imanes en la puerta de la nevera pueden dañarla


Los imanes que colocamos en la superficie de la nevera son débiles y su campo magnético apenas penetra el metal de la puerta. Los componentes electrónicos, si los hay, se encuentran lejos de la superficie metálica exterior. Estos componentes suelen estar situados en el interior del refrigerador o en su parte trasera. Incluso en modelos con pantallas en la puerta, no se pueden adherir imanes directamente a la pantalla. Los componentes electrónicos asociados con la pantalla están diseñados para estar contenidos en una unidad integrada detrás de la misma, alejados de cualquier imán que se coloque en el exterior. Como mucho, los imanes podrían causar daños superficiales en el acabado de la puerta con el tiempo, pero esto se debería al contacto físico, no al magnetismo..

¿Que hay del consumo eléctrico?

Los imanes que colocamos en la superficie del refrigerador no tienen un campo magnético lo suficientemente fuerte como para afectar el consumo de electricidad del aparato. La clase energética es lo que realmente determina el consumo de tu refrigerador. Aquí algunos puntos clave:

  1. Clase energética: Los electrodomésticos se clasifican de la A (más eficiente) a la G (menos eficiente). Esta clasificación te da una idea del consumo anual de energía del aparato.
  2. Etiqueta de eficiencia energética: En esta etiqueta puedes encontrar información sobre el consumo anual aproximado de electricidad del refrigerador. Es una herramienta útil para comparar diferentes modelos y elegir el más eficiente.
  3. Comparador de frigoríficos: Utiliza comparadores en línea para encontrar modelos eficientes que se ajusten a tus necesidades y presupuesto.

Si estás pensando en cambiar tu refrigerador, optar por uno con una mejor clase energética puede ayudarte a reducir el consumo de electricidad y, a largo plazo, ahorrar en tus facturas de energía.

¿..y a los alimentos?

Los imanes decorativos en la puerta del refrigerador no afectan a los alimentos almacenados dentro. El campo magnético generado por estos imanes es demasiado débil para atravesar la puerta del refrigerador y, por lo tanto, no tiene ningún impacto en la conservación de los alimentos.

Lo más importante para mantener los alimentos en buen estado es asegurarse de que la temperatura interna del refrigerador sea la adecuada. En cuanto a las pantallas táctiles, es muy improbable que los imanes decorativos generen un campo magnético lo suficientemente fuerte como para distorsionar la pantalla. Los fabricantes de estos dispositivos electrónicos suelen diseñarlos para cumplir con los estándares de seguridad electromagnéticos, garantizando su correcto funcionamiento.

Posibles orígenes del bulo

La creencia de que los imanes pueden afectar a los refrigeradores probablemente proviene de una falta de comprensión sobre cómo funcionan los imanes y los componentes electrónicos. Aquí hay algunas razones por las que esta idea puede haberse difundido:

  1. Desconocimiento del campo magnético: Muchas personas no saben que los imanes que usamos en casa son bastante débiles y su campo magnético no es lo suficientemente fuerte como para penetrar el metal de la puerta del refrigerador y afectar los componentes internos.
  2. Miedo a lo desconocido: Los componentes electrónicos pueden parecer frágiles y sensibles, lo que lleva a la gente a pensar que cualquier influencia externa, como un imán, podría dañarlos.
  3. Mitos y rumores: A veces, los mitos y rumores se propagan sin una base científica sólida. Alguien podría haber tenido una mala experiencia con un electrodoméstico y atribuirlo erróneamente a los imanes.
  4. Confusión con otros dispositivos: Algunos dispositivos electrónicos, como los discos duros de las computadoras, pueden ser sensibles a los campos magnéticos fuertes. Esta información puede haberse generalizado incorrectamente a otros electrodomésticos.

En realidad, los imanes que solemos colocar en los refrigeradores son demasiado débiles para causar algún daño a los componentes electrónicos internos.

Algunas empresas se manifiestan

En efecto tal ha sido la propagación del mito de que los imanes que se ponen en la puerta de la nevera aumentan el consumo de energía se ha hecho viral en redes sociales que , muchos expertos de marcas reconocidas han aclarado que los imanes no interfieren en el funcionamiento del frigorífico ni incrementan el consumo eléctrico.

Aunque es cierto que generan campos magnéticos, su fuerza es tan insignificante que no afecta al funcionamiento de este electrodoméstico. Bosch aclara que el uso de algunos imanes en la puerta no afecta el funcionamiento del frigorífico, pero advierte que colocar demasiados podría aumentar el peso y dañar las bisagras, acortando la vida útil del electrodoméstico. Sin embargo, no afecta al consumo de energía.

Endesa, una compañía de energía, también refuta este mito, indicando que los imanes tienen un impacto insignificante en la operación del refrigerador y no afectan el consumo de electricidad. Por otra parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) agrega que, si bien las corrientes eléctricas interactúan con campos magnéticos, los campos generados por los imanes del refrigerador son demasiado débiles para influir en su eficiencia.

Finalmente, LG consolida esta afirmación asegurando que los imanes situados en la parte externa de la nevera no afectan su funcionamiento, la capacidad de enfriamiento, ni el consumo energético. Por lo tanto, el uso de imanes en el exterior del refrigerador no repercute negativamente en la eficiencia energética ni en la operatividad del aparato.

Resumen

No hay evidencia científica que demuestre que los imanes en la puerta de la nevera aumenten el consumo de energía, ya que los campos magnéticos que generan son muy débiles y no afectan el funcionamiento del electrodoméstico. En los frigoríficos modernos con pantallas táctiles y sensores, un gran número de imanes podría, en teoría, causar interferencias, aunque esto es raro y solo ocurriría con imanes muy potentes. Además, colocar muchos imanes pesados en la puerta podría ejercer presión sobre las bisagras, dificultando la apertura y cierre de la puerta con el tiempo, y mover los imanes frecuentemente podría rayar la superficie del electrodoméstico. En resumen, los imanes de nevera no representan un riesgo significativo para el funcionamiento del electrodoméstico, pero es recomendable usarlos con moderación, especialmente en modelos más modernos.

Miedos en el siglo pasado sobre el uso de la electricidad


¿El siglo XIX fue una época de gran innovación tecnológica que transformó la sociedad y sentó las bases para el desarrollo futuro. La llegada de la electricidad y otras innovaciones tecnológicas durante la Revolución Industrial y el siglo XIX ciertamente generó una mezcla de entusiasmo y temor. Aunque no hubo un movimiento organizado de “anti-electricidad”, muchas personas tenían preocupaciones legítimas sobre la seguridad y el impacto en sus vidas.

Por ejemplo, cuando la electricidad comenzó a popularizarse en los hogares y ciudades, algunas personas expresaron preocupaciones sobre la seguridad, incluyendo el miedo a incendios y electrocuciones, dado que las instalaciones eléctricas tempranas no siempre eran seguras. Además, algunos trabajadores que se veían desplazados por nuevas tecnologías podían sentirse amenazados por estos cambios, aunque no necesariamente por la electricidad en sí, sino por la mecanización y automatización que esta facilitaba.

Algunos de los temores más comunes incluían:

  • Seguridad: Miedo a incendios y electrocuciones debido a instalaciones eléctricas tempranas que no siempre eran seguras.
  • Pérdida de empleos: La mecanización y automatización facilitadas por la electricidad amenazaban ciertos trabajos tradicionales.
  • Cambio de estilos de vida: La transición a nuevas tecnologías podía ser desconcertante y generar resistencia al cambio.

Es interesante ver cómo, a lo largo de la historia, la introducción de nuevas tecnologías siempre ha venido acompañada de una mezcla de esperanza y preocupación.

Caricatura anti-electricidad de 1900. Todo avance tuvo su crítica...

La luz eléctrica transformó la sociedad occidental a finales del siglo XIX y principios del XX, pero su adopción en Europa también o en el resto del mundo fue lenta debido al miedo de la población. Mientras que en otros países la electricidad fue recibida con entusiasmo, por ejemplo en el Reino Unido hubo una fuerte resistencia, en parte debido a campañas de miedo promovidas por las empresas de gas, que temían perder su negocio. Además de las preocupaciones estéticas, como las mencionadas por Alice Gordon en su libro “Electricidad decorativa”, el miedo a la electrocución también jugó un papel importante. Incluso el presidente estadounidense Benjamin Harrison tenía miedo de tocar los interruptores en la Casa Blanca.

En Gran Bretaña, el miedo fue más intenso y duradero, especialmente entre las empleadas del hogar, quienes temían explosiones y accidentes. Las empresas de gas británicas exageraron los riesgos de la electricidad para proteger su negocio, lo que resultó en una adopción más lenta de la nueva tecnología. En contraste, en España, las empresas de gas eventualmente se convirtieron en proveedores de electricidad, facilitando una transición más rápida.En resumen pues , el gas actuaba como un obstáculo para la adopción de la electricidad, ya que los usuarios que ya tenían gas eran reacios a cambiar. Sin embargo, aquellos que no tenían gas optaban por la electricidad. En Girona, pueblos pequeños como Darnius y L’Escala tuvieron electricidad en 1895, mientras que en Figueres, una localidad más grande, llegó dos años después.

Las preocupaciones de los británicos sobre la electricidad se transmitieron de generación en generación hasta que las generaciones más reticentes desaparecieron. Finalmente, la lámpara eléctrica demostró ser menos peligrosa que las formas de iluminación anteriores. Además a la iluminación eléctrica se le sumó un sinfín de electrodomésticos ( como por ejemplo vemos en la imagen la aspiradora o la plancha eléctrica) , que hoy en dia disfrutamos y que si ellos sin duda la vida seria mucho mas difícil.

La guerra de las corrientes

Si nos resulta extraño hablar de un movimiento contra el uso de la electricidad, aun mas cruel fue la guerra que también se desato sobre los sistemas de distribución. En efecto la “Guerra de las Corrientes” fue una intensa disputa a finales del siglo XIX entre dos sistemas de transmisión de energía eléctrica: la corriente continua (CC) y la corriente alterna (CA). Los principales protagonistas de esta rivalidad fueron Thomas Edison, quien defendía la corriente continua, y Nikola Tesla, quien apoyaba la corriente alterna, financiado por George Westinghouse.

Edison, ya un inventor de renombre, había establecido la primera empresa eléctrica basada en la corriente continua en 1882. Sin embargo, la corriente continua tenía limitaciones significativas, especialmente en la transmisión de electricidad a largas distancias especialmente por la gran sección de los conductores necesaria. Por otro lado, Tesla y Westinghouse promovieron la corriente alterna, que podía ser transportada de manera más eficiente y con menos pérdida de energía.

Con el único propósito de desprestigiar a Tesla y su corriente alterna, Thomas Alva Edison se ofreció a ejecutar a un poderoso animal utilizando una especie de silla eléctrica. Esta consistía en una plancha metálica y electrodos conectados a las patas y la cabeza de la elefanta. A través de estos dispositivos, el científico hizo pasar alrededor de 6,600 voltios, lo cual fue suficiente para “freír” y obviamente matar a Topsy en menos de un minuto. Sin embargo, la codicia de Edison no se detuvo ahí, ya que todo el atroz espectáculo fue grabado con su cámara de video para demostrar que el “invento” de su rival era potencialmente peligroso.

La disputa no solo fue técnica, sino también comercial y propagandística. Edison llevó a cabo campañas para desacreditar la corriente alterna, destacando sus peligros potenciales. A pesar de estos esfuerzos, la corriente alterna demostró ser más práctica y eficiente para la distribución de electricidad, y finalmente se impuso como el estándar predominante hasta nuestros dias.

Esta rivalidad marcó un hito en la historia de la electricidad y tuvo un impacto duradero en la forma en que se distribuye la energía eléctrica hasta el día de hoy.

Otros avances

Entre otros avances tecnológicos más destacados de esa época se encuentran la máquina de vapor, que revolucionó el transporte y la industria al permitir la creación de trenes y barcos de vapor; el telégrafo, que facilitó la comunicación a larga distancia y permitió el envío de mensajes casi instantáneos; la bombilla eléctrica, inventada por Thomas Edison, que permitió la iluminación eléctrica y cambió la forma en que las personas vivían y trabajaban; la fotografía, que permitió capturar imágenes y momentos históricos, transformando la manera en que se documentaba la vida; y el teléfono, inventado por Alexander Graham Bell, que revolucionó la comunicación personal y empresarial.

La historia se repite una y otra vez

Estos fenómenos de miedo a nuevas tecnologías se repite con cada innovación, como ocurre hoy en día con las tecnologías inalámbricas y los teléfonos móviles, cuyos efectos nocivos no han sido demostrados científicamente, de modo que a lo largo de la historia innovaciones han tenido siempre que superar los miedos del publico en su adopción por no mencionar todos los intereses que pueden perjudicar su adopción y que inevitablemente frenan su avance.